BRUJAS NEGRAS DE CARTAGENA
COL
SACERDOTISAS DEL TAHUANTINSUYO
PER
CURANDERAS MESOAMERICANA
MEX / GUA
ARTISTA
AMÉRICA
RODRÍGUEZ
MAESTRAS RURALES DE YUCATÁN
MEX
ANARQUISTAS ARGENTINAS
ARG
MAMBISAS
CUB
ARTISTA
GRETA
ACOSTA
UNIONES DE MUJERES
VEN
FEDERACIÓN PARA EL PROGRESO FEMENINO
BRA
CERRO CHATO
URU
ARTISTA
DARIANA
CASTELLANO
MADRES DE LA PLAZA DE MAYO
ARG
FEMINISMO COMUNITARIO
BOL
MAREA VERDE
ARG / MEX
ARTISTA
METMARFIL
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BRUJAS NEGRAS DE CARTAGENA COL
SACERDOTISAS DEL TAHUANTINSUYO PER
CURANDERAS MESOAMERICANA MEX / GUA
En diversos territorios de Abya Yala, indígenas y esclavos africanos tomaron las armas contra el yugo colonial. Pero había otra resistencia en marcha, sutil y cultural, llevada a cabo principalmente por mujeres. Mientras la Iglesia Católica se imponía a cruz y espada, curanderas aztecas y mayas, sacerdotisas del Tahuantinsuyo, o brujas negras de Cartagena, mantenían vivas las tradiciones y costumbres de sociedades ancestrales que era preciso defender. Perseguidas, demonizadas o llevadas a la hoguera, estas mujeres preservaron una sabiduría que ha sido rescatada en nuevos modelos de sociedad, soberanos y libres.
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MAESTRAS RURALES DE YUCATÁN MEX
ANARQUISTAS ARGENTINAS ARG
MAMBISAS CUB
A finales del siglo XIX, América Latina era un continente de contrastes entre jóvenes repúblicas y viejas colonias. Pero un elemento común, en los diferentes contextos, fue el crecimiento de las luchas de las mujeres. Un ejemplo importante fueron las llamadas mambisas en Cuba; reivindicando sus raíces africanas, formaron parte del movimiento guerrillero que tendría un papel decisivo en la independencia de la isla. En otros países, donde ya se había asentado el polvo de las guerras de independencia, los movimientos de mujeres comenzaron a abrir sus propios frentes de batalla, combinando herencias de las tradiciones europeas con elementos autóctonos. En Argentina, lideresas como Virginia Bolten fueron figuras de proa en los sectores anarquistas, entonces preponderantes en el naciente movimiento sindical. En México, las maestras rurales de Yucatán dieron algunos de los primeros pasos en un sector que históricamente se volvería muy combativo.
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UNIONES DE MUJERES VEN
FEDERACIÓN PARA EL PROGRESO FEMENINO BRA
CERRO CHATO URU
Mientras los movimientos sindicales y campesinos avanzaban, en los años 20 comenzaron a surgir en Latinoamérica organizaciones para reivindicar los derechos de las mujeres. Una de las primeras banderas de lucha fue el sufragio universal. Aunque no fuera este un cambio radical, las posiciones combativas de los primeros movimientos feministas desafiaban las raíces religiosas y conservadores de las sociedades criollas. El primer avance histórico tuvo lugar en Uruguay en 1927, en el Cerro Chato, cuando se realizó un plebiscito para reorganizar la jurisdicción del pueblo. Aunque fue una votación estrictamente local, fue la primera contienda electoral en la región latinoamericana en la que votaron las mujeres. En el vecino Brasil, la Federación Brasileña por el Progreso Femenino hizo del sufragio una de sus principales exigencias, conquistando el derecho en 1932. En otros países la lucha demoró más, siendo adoptado el voto universal en los años 40, 50, o en el caso de Paraguay, recién en 1961.
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MADRES DE LA PLAZA DE MAYO ARG
FEMINISMO COMUNITARIO BOL
MAREA VERDE ARG/MEX
A partir de la segunda mitad del siglo XX, los frentes de lucha de mujeres y movimientos feministas se han venido fortaleciendo, luchando por derechos tanto en contextos de democracia como de dictadura. Las Madres de Plaza de Mayo (Argentina) tienen décadas de trayectoria, un recorrido incansable en la defensa de los derechos humanos que ni la dictadura logró doblegar. En Bolivia, el feminismo comunitario fue pionero en identificar el patriarcado como elemento clave de la opresión capitalista. Y en los últimos años los movimientos feministas han alzado sus propias banderas, creando una verdadera “marea verde” en todo el continente para exigir la legalización del aborto.