
En plena pandemia son frecuentes los llamados a que la gente se quede en la casa. Desafortunadamente, esta no es una opción para todos. Algunos tienen que seguir trabajando para sobrevivir, aunque el trabajo pueda ser invisible para los demás. En su segunda entrega de esta serie “Trabajo y Covid“, Rigger Triviño cuenta la historia de Miguel Ojeda y su trabajo de jardinero.

Trabajo de jardinero y en mantenimiento de espacios comunes, soy Miguel Ojeda.

Hago esto para mantenerme, porque estoy solo. Mi esposa murió hace pocos meses de cáncer y mis tres hijos están en Colombia.

En este trabajo gano 500 mil bolívares semanales, por lo que tengo que hacer otras cosas para poder rebuscarme y pagar la caja del CLAP una vez al mes, también para comprar otras cosas ya que no trae todo lo que necesito comer.

Hace mucho tiempo fui obrero en la construcción de la urbanización en donde trabajo actualmente. Después fui haciendo otros tipos de tareas, como carpintería, hasta la que hago ahora, la de cortar monte.

Hay que cuidarse del virus. Mientras limpiamos mantenemos la distancia y si nos juntamos usamos tapabocas.

Trabajo 6 horas diarias, de lunes a viernes. Al salir, camino una hora hasta mi casa, el mismo tiempo que tardó en llegar aquí.
Los fines de semanas cosecho caraota, maíz, auyama y lechosa en mi parcelita. No le dedico más tiempo por el trabajo.

En un futuro me veo descansando, jugando bolas, lo que gustaba hace mucho cuando tenía tiempo. Sino al menos viendo televisión.