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Por la justicia en el campo: la marcha sigue

La Marcha Campesina Admirable llegó a Caracas el 1 de agosto de 2018. Fueron casi 500 kilómetros “a pata”, miles y miles de pasos retumbando en la tierra y sacudiendo al chavismo de su letargo. En un contexto de crisis y agresión imperialista, una ofensiva latifundista ponía en peligro el legado del Comandante Chávez.

La Marcha logró su objetivo inicial, la reunión con el Presidente Maduro y el establecimiento de mesas de trabajo para abordar los temas prioritarios. Pero el impulso rápidamente se agotó, las agresiones siguieron, y los y las campesinas regresaron a sus tierras.

Dos años después, los problemas denunciados no sólo no se han resuelto sino que han recrudecido. El primero de ellos es el sicariato y la impunidad que lo acompaña. A los cerca de 300 casos de campesinos y campesinas asesinadas desde la promulgación de la Ley de Tierras (2001) se suman 22 en los últimos dos años.

Las agresiones de los terratenientes, con la complicidad de las autoridades, se manifiestan también en un creciente número de desalojos y actos de sabotaje, incluso en casos donde la lucha de las familias campesinas logró los títulos de tierra. A continuación detallamos la situación de algunos de los frentes de batalla del movimiento campesino:

Fiesky Rivas

Cacho e’ Venao

Uno de los avances de la toma del INTI (Instituto Nacional de Tierras) a mediados de 2019 por parte de la Plataforma de Lucha Campesina fue la entrega de 300 hectáreas del hato Cacho e’ Venao al Consejo Campesino El Bucare. Pero, menos de un año después, el título fue revocado por parte del Ministerio de Agricultura, para entregarlo a un terrateniente del estado Portuguesa. Las tierras estén productivas con siembra de plátano, yuca y otros rubros, y los y las campesinas seguirán luchando por ellas.

Valentina Aguirre

Gavilán La Chaqueta

El predio Gavilán La Chaqueta en Barinas fue uno de los precursores de la Marcha Admirable, con el desalojo de más de 100 familias en febrero de 2018. Pero fue también una de las primeras victorias, con la adjudicación del título de las 2700 has dos meses después. El Consejo Campesino Mil Zamoras Una Patria se dedica a la producción de rubros como plátano y arroz, además de cría de ganado bufalino. Sin embargo, siguen los ataques de un poderoso terrateniente local, con apoyo de la guardia rural, buscando presionar a los campesinos y golpear su producción.

César Mosquera

Bolívar la Bolivariana

La lucha de 500 de familias en el Sur del Lago por la tierra duró más de siete años. Aunque la hacienda fue uno de los casos más emblemáticos de la Marcha Admirable de 2018, las 1400 hectáreas sólo fueron adjudicadas después de la toma del INTI (Caracas) a mediados de 2019. Aún así, los colectivos campesinos denuncian actos de sabotaje patrocinados por intereses terratenientes.

Agrícola Yaracuy

La empresa Agrícola Yaracuy con sus varios predios es otro caso emblemático y revelador de la creciente influencia del sector privado en el campo venezolano. Después que la propiedad fue puesta bajo control de la gobernación de Portuguesa, ésta de inmediato la entregó a la corporación Mazzoca, dueña de largas extensiones de tierra. Como resultado, 160 familias que lucharon por recuperar las tierras improductivas, produciendo caña y otros rubros, quedan sin sustento, tal como los 300 trabajadores despedidos de la empresa.

Forastero LPA

Los Tramojos

El hato Los Tramojos es uno de los casos más simbólicos para el movimiento campesino. Las casi 5000 hectáreas (ociosas) fueron asignadas por el Comandante Chávez a 43 familias campesinas en 2010 luego de décadas de lucha. Sin embargo, en 2017 el colectivo campesino fue desalojado y sigue en resistencia desde entonces. Tras un intento reprimido de retomar las tierras en 2019, la Plataforma de Lucha Campesina ocupó la sede del INTI en Caracas para exigir respuestas del gobierno. El movimiento campesino ha denunciado que el caso no ha avanzado por las conexiones políticas de los terratenientes.

Bella Vista

El predio Bella Vista ha sido otra de las prioridades de la Plataforma. Las 47 familias campesinas tienen el título de tierra de 400 hectáreas recuperadas, pero eso no ha impedido tres intentos de desalojo en los últimos meses por parte de los cuerpos de seguridad. Voceros del movimiento han denunciado repetidas agresiones, patrocinadas por el latifundio local, en las que se han detenido campesinos, incluyendo menores de edad.

La lucha de clases hoy día se expresa con mayor crudeza y violencia en el campo venezolano. El contexto de fondo es uno de creciente protagonismo del sector privado, y de confrontación entre dos modelos productivos antagónicos. De un lado la gran agroindustria, históricamente dependiente del Estado, y del otro los pequeños productores, que siguen garantizando la gran mayoría de los alimentos en las condiciones más difíciles.

Los movimientos campesinos son actualmente la vanguardia contra esta ofensiva restauradora que amenaza algunos de los logros más importantes de la Revolución Bolivariana. Siguen, rodilla en tierra, luchando por la seguridad y soberanía alimentaria, luchando para que la tierra pertenezca a quien la trabaje. La marcha sigue.

Investigación y textos: Ricardo Vaz. Ilustraciones: Valentina Aguirre, César Mosquera, Fiesky Rivas, Miguel Guerra, Edio Gutierrez y Forastero LPA. Diseño Gráfico: Kael Abello. Corrección: América Rodríguez.

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1 comentario en «Por la justicia en el campo: la marcha sigue»

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