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Gráficas de la liberación: la sonrisa de Leila Khaled

Dentro del vasto patrimonio gráfico palestino, una figura se alza imponente y resuelta, trascendiendo los límites temporales y espaciales y convirtiéndose en un ícono ineludible de la resistencia: la palestina Leila Khaled. Su rostro, plasmado en infinidad de paredes y carteles, ha dejado una huella ineludible en las formas en que se representa la lucha palestina y ha desafiado las convenciones establecidas, trascendiendo su especificidad para convertirse en una imagen icónica en el imaginario colectivo revolucionario.

Leila Khaled es una activista palestina nacida en Haifa en 1944. Desde los 23 años militó en el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), la segunda organización más importante dentro de las que congrega la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y que aglutina la vertiente marxista-leninista de esta lucha. En 1969, con apenas 25 años, secuestró un avión que partía de Roma a Atenas para exigir la liberación de prisioneros palestinos en Israel. Khaled, armada y con ayuda de otro militante del FPLP, Salim Issawi, tomó control del vuelo 840 de la TWA y lo desvió a Damasco, convirtiéndose así en la primera mujer de la historia en secuestrar un avión. En un punto, se dice que Leila le ordenó al piloto volar cerca de Haifa, para que pudiera ver de nuevo, aunque momentáneamente, su tierra natal, a la que tiene negado el regreso junto con miles de palestinos. Al aterrizar, los pasajeros fueron liberados y Leila y Salim hicieron explotar la aeronave. 

“Nuestra intención era que el mundo entero se preguntara: ¿Quiénes son los palestinos?” (1)  declaró Khaled, al hablar en una entrevista sobre el secuestro del avión, que provocó que efectivamente el mundo volteara a ver los crímenes que pasan en Palestina, pero sobretodo la inmortalizó a ella en una imagen. Sus fotografías más famosas, realizadas por el reconocido periodista de guerra Eddie Adams en 1969, se difundieron masivamente y convirtió a la militante en un ícono mundial. En dichas fotos vemos a Leila con la kuffiyeh, viste una camisa militar, y carga un AK-47. Existen dos fotografías que circulan de ese momento, ambas en blanco y negro. En la primera vemos a la guerrillera casi de perfil, con la mirada hacia abajo. Su sonrisa tranquila transmite una sensación parecida al misticismo, como las imágenes sagradas de vírgenes y santas. Es curioso además un anillo en uno de sus dedos hecho con la anilla de una granada y una bala. 

En la segunda fotografía, la más difundida, vemos a Leila sonriendo con mucha más expresividad. Esta segunda imagen no sólo representa el coraje de un pueblo que se negaba a doblegarse ante la opresión y del que nadie hablaba, sino que también mostraba la risa de una mujer palestina, algo de igual forma poco común en Occidente. En un contexto en el que la risa y la sonrisa femeninas suelen ser utilizadas como herramientas de complacencia y conformidad, la sonrisa de Leila Khaled adquirió un significado radicalmente distinto. Expresión de confianza y determinación, la sonrisa de Khaled no pudo ser resumida por quienes trataron de ver en ella sólo una imagen glamurosa de la resistencia, sino que se convirtió en un acto que desafiaba la idea de la pasividad femenina. 

Cartel de Burhan Karkutli

Así, más allá de su relevancia política, la imagen de Leila Khaled como la primera mujer en secuestrar un avión también planteó una poderosa reflexión sobre la cuestión de género en la representación de los revolucionarios. Históricamente, la figura del guerrillero ha sido concebida como masculina, un arquetipo de fuerza y valentía. Sin embargo, Leila Khaled desafió esta noción preestablecida al convertirse en una guerrillera destacada, redefiniendo los límites tradicionales de género en la lucha armada y siendo un catalizador para el empoderamiento de las mujeres palestinas.

A partir del secuestro del primer avión, la imagen de Leila Khaled ha sido utilizada en miles de posters, panfletos, murales, camisetas, banderas y obras de arte. También ha inspirado letras de canciones, poemas y películas. La imagen de Leila Khaled ha tenido una gran potencia simbólica en la lucha por los derechos palestinos y ha sido utilizada por diversas organizaciones y movimientos sociales en todo el mundo. Desde grupos palestinos de resistencia hasta organizaciones de derechos humanos y feministas, la imagen de Khaled se ha convertido en un icono de la lucha por la justicia social y la libertad. En el proyecto The Palestine Poster Proyect Archives, la colección más amplia de carteles sobre Palestina dirigida por Dan Walsh (2),  uno puede constatar cómo la imagen de Leila Khaled aparece en una gran cantidad de material de solidaridad con Palestina, la cual se integra a un entramado de símbolos y elementos gráficos como la kuffiyeh, los olivos, y las llaves de las antiguas casas palestinas.

En algunos casos, la imagen de Khaled ha sido utilizada como un símbolo de la violencia y el terrorismo, especialmente por aquellos que se oponen a la causa palestina. Esto ha hecho que se critique el reforzamiento del vínculo entre la identidad palestina con las armas. Incluso usuarios reportan continuos casos en que algunas redes sociales como Instagram o Facebook retiran imágenes de Leila Khaled por considerarse posibles incitaciones a la violencia. Sin embargo, para muchos defensores de los derechos humanos y la justicia social, la imagen de Khaled aún representa la lucha contra la opresión y la resistencia contra la injusticia.

Además de su uso en carteles y pinturas, la imagen de Khaled también ha sido plasmada en una gran variedad de medios, desde camisetas y pegatinas hasta tazas y bolsos. Este uso de la imagen de Khaled como un producto ha generado controversia entre algunos activistas, que argumentan que trivializa su legado. Por ejemplo, recientemente un artista fue arrestado al hacer un graffitti con el rostro de Leila Khaled en el muro de Cisjordania. A pesar de que el artista tuvo apoyo de los palestinos en los reclamos por su liberación, también hubo quien cuestionó la continua estetización del muro fronterizo por parte de los artistas. Llenar de arte un muro denigrante lo hacía instagreamable, cómodo visualmente, cuando lo importante era no acostumbrarse a esa realidad y combatirla, pues ha diferencia del muro de Berlín, el de Palestina es un muro en operaciones.

Mural de Leila Khaled en el muro del apartheid en Belén, Cisjordania. 2013

Algunos críticos de la centralidad que ha tenido la imagen de Khaled han señalado que la fotografía ha sido sexualizada y objetivada. En este punto, no es mentira que mucha de la popularidad de la activista en los medios fue impulsada por su atractivo. Sobre este punto, Leila hablaba de que la mayoría de las preguntas que le hacía la prensa no eran sobre Palestina, sino sobre su físico. Incluso, “en 1980, un periódico noruego se refirió con aprobación a sus ‘bombas’, una jerga noruega para los senos”(3). Lo cierto es que la imagen de Khaled no ha podido escapar del glamour revolucionario presente también en la lectura de ciertas imágenes de Fidel Castro, del Che Guevara o de Emiliano Zapata que ensalzan una clase de hombría revolucionaria. En Leila, su belleza se fusionó igualmente con su determinación que traspasó los límites de lo físico y configuró una “femenidad patriótica”(4). 

En los años posteriores, Leila Khaled no ha vuelto a tener la misma cobertura mediática que consiguió con los secuestros, a pesar de ser una activista destacada. Tampoco ha podido regresar a Palestina. Entre otras cosas, impulsó la Unión General de Mujeres Palestinas (UGMP), se unió al Consejo Nacional Palestino (CNP) y ha participado en encuentros y foros internacionales como el Foro Social Mundial, un punto de convergencia de distintas organizaciones de Derechos Humanos. De este modo, el legado de Leila Khaled crece a medida que la causa palestina sigue enfrentando desafíos y obstáculos. Su coraje, condensado en sus imágenes y en su activismo sigue siendo una fuente de inspiración y esperanza para las causas justas del mundo.

DESCARGAS

Artistas de nuestra comunidad también han producido piezas gráficas sobre Leila Khaled que compartimos a continuación para hacer énfasis en en la actualidad de la imagen de la revolucionaria palestina:

Deisa Tremarias

América Rodríguez

Cacica Honta

Maria Júlia Montero

Investigación y textos: Erick Rove. Collage de portada: Deisa Tremarias

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