Este cuento tan bonito
que yo les quiero contar,
trata sobre un tal Aquiles
que vivió en este lugar,
que era amigo de César
y también del turpial,
de las flores, de la luna,
del parque y las mariposas,
los bichitos más chiquitos
y de todos los muchachitos
cuando se ponen a jugar.
Esto me lo dijo César
cuando el barco iba a andar
sobre las nubes y la sierra
y todita la ciudad
barco que andaba en cóndor
como era de esperar
de un amigo de Aquiles
ese de la capital.
El caballito del parque
en el que se quiere montar
aquella pequeña niña
que viene con su papá
con una or en el pelo
no debe ni sospechar
que es el caballo de Aquiles
que quise yo aquí guardar
para las niñas y niños
que vienen a visitar
el Rincón de los Muchachos
dijo César pa’ empezar.
Aquí no había nada
cuando llegué a este lugar
solo montes y chatarra
desechos pa’ los demás
y entre todas esas cosas
un colibrí quiso hablar
y en su vuelo rapidito
me puse yo a adivinar
qué me quería decir
aquel pájaro bonito
que aún siendo tan pequeñito
parecía no descansar.
Me fui tras aquella ave
que parecía iba a hablar
y que iba señalando
con su afilado piquito
un manojo de libritos
que estaban apiladitos
bajo un árbol amarillo
que oreaba en ese lugar.
El pequeño colibrí
que le gustaba leer
me quiso dar a entender
que bajo el árbol aquel
debía yo comenzar
a hacer un parque bonito
para que todos los niños
de aquí y hasta de Francia
pudieran venir con ansias
a jugar y a comprender
que con la imaginación
se puede volar también
Fue entonces cuando miré
que mientras me iba acercando
de un libro salían cantando
cucarachitas y ratones,
un perro, un chivo y un tigre
y del otro unos luceros
que me iban indicando
como comenzaría
la obra de hacer un parque
para niños y pa’ grandes
como los cuentos de Aquiles
el que los estaba enviando.
Yo mudo de la emoción
no pude hacer otra cosa
más muévete dijo odiosa
una ratica pequeña
pues hay que buscar la leña
pal sancocho y pa’ la arepa
de los que venían con ella
a levantar los escombros
y entre estos a escoger
con espíritu ecológico
las cosas que servirían
para juguetes gigantes
donde hasta un elefante
pudiera jugar también.
Así comenzó la cosa
de un libro seguían saliendo
obreros y más obreros
hormigas y lombricitas
que con mucha devoción
cantaban y se reían
mientras decían poesías
y movían una piedra
sembraban unas estrellas
y apartaban unas latas,
algunos con alpargatas
bailaban y trabajaban
mientras la pava espantaban
y comenzaban la fiesta.
Así comenzó este parque
con una fiesta señores
de animales y colores
y con la imaginación
que tienen los soñadores
cuando entran en acción.
Bajo el árbol unos libros
que me había mandado Aquiles
con sus historias y cuentos
su teatro y poesía
era el punto de partida
de esto que ves ahora
pero te sigo contando
antes que siga andando
la niña con el caballo
dejando flores regadas
por donde pasa aquel tren
y que también quise hacer
para recorrer el parque
con los niños y los grandes
que quieran soñar también.
Mientras que unos limpiaban
otros iban dibujando
yo con creyones pintando
y todo iba en hermosura
haciéndose otro paisaje
de lo que era basura.
Dos churuhatas andantes
también quisimos construir
mientras que algunas gallinas
sembraban también maíz.
Estás dos bonitas casas
de indígena inspiración
serán una escuela patria
donde se enseñe de amor.
El ratón Pérez entonces
dijo querer hacer
un teatro de marionetas
como las de Gulliver,
seguro para tener
algunos amigos cómplices
que también pudieran ver
dientes flojos de los niños
próximos por atender.
La algarabía seguía
y yo todo emocionado
con todo ese gran apoyo
que Aquiles me había mandado
el parque se construía
como toda poesía
y como todo buen cuento
con música y melodía
para espantar los tormentos.
Que suerte tendrán los niños
que vendrán a este parque
cuando vean a esa loba
que parece obra de arte
cuando suban la tortuga
que hace la digestión
mientras ellos juegan dentro
para llenarse de amor.
La idea de esa tortuga
tan grande como bonita
me la dió una tortuguita
que parecía una abuelita
me dijo al oído, ¡César,
póngame mucha atención!
pa’ que sepa como suenan
por dentro del caparazón
las risas de nuestros niños
en la historia de la nación.
Un helicóptero amigos
también quisieron hacer
cuando vinieron unos
loros casi al atardecer
el primero que se montó
fue un pequeño oso frontino
que le pidió a un cochino
que lo dejara sobre un árbol
de la montaña del frente
donde lo estaban esperando,
el cochino regresó
intacto como si nada
y es que el oso frontino
lo que come es puras ramas.
Cuando ya casi estaba listo
el parque todo completo
vino una gente muy brava
queriendo arruinar el cuento
y también la poesía
al teatro y la canción
porque ellos no comprendían
y tampoco entendían
las cosas que hace el amor.
Pero de un libro señores
salió un caballo gigante
con un jinete galante
a defender la alegría
y toda la algarabía
que impregnaba aquel paisaje
de aquel sitio donde antes
ni siquiera sol había.
Nadie quiso enfrentar
a aquel jinete de luz
de los que bravos venían
con traje y otros con flux.
Después que aquello pasó
al libro volvió el jinete
y nosotros a la labranza
soñando y con esperanzas
de que pronto ocurriría
que muchas risas serían
la música de este parque
lleno de niñas y niños
de poetas, soñadores
artesanos y cultores
pintores y dibujantes.
No se esperaba otra cosa
de este esfuerzo gigantesco
que hicieron los ayudantes
que Aquiles me envió en sus textos.
Un perrito callejero
comenzó a sonar un cuatro
venía también de un libro
pero no me había fijado
entre sus versos la luna
mencionó con gran fervor
y cerraba la faena
con una canción de amor.
Y entonces ese caballo
pregunté impaciente a César
ese en el que va la niña
paseando toda contenta
es el caballo de Aquiles
que se quedó de aquella gesta.
Sí respondió el viejito
ese es ese caballo
y también el de Bolívar
y más nunca se apartado
del corazón de los niños
que vienen a visitarnos.
Esta es la historia del parque
que dicen que ese señor
construyó solo un día
lleno de luz y de amor
y que nadie sospecha
como fue que lo logró
con el apoyo que Aquiles
en sus libros le mandó.
Cuento: Luís Perales. Ilustraciones: Forastero LPA. Diseño Gráfica del libro: Fiesky Rivas. Organización del concurso y edición del libro: Ksa La Tribu.
El caballito del parque, de Luís Perales, es el cuento ganador del segundo Concurso Autónomo de Literatura Infantil organizado por la Ksa La Tribu. En nuestra BIBLIOTECA puedes descargar el PDF que incluye, además del cuento ganador, dos cuentos finalistas adicionales. También puedes descargar el libro de la primera edición del concurso.