En Honduras, luego del golpe de estado a Manuel Zelaya en 2009, los gobiernos neoliberales que siguieron entregaron una cantidad alarmante de concesiones privadas para la explotación de los recursos naturales. Esto sin ninguna consulta o consideración con las necesidades de las comunidades locales. Berta Cáceres y Lesbia Urquía, del COPINH defendieron, hasta las últimas consecuencias, los derechos del pueblo lenca para evitar la escandalosa privatización de sus ríos.
Berta Cáceres cofundó en 1993 el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), y desde entonces se mantuvo al frente de las luchas del pueblo lenca en Honduras. Especialmente en defensa de los derechos medioambientales. Durante el golpe de Estado contra Manuel Zelaya fue una figura central de la resistencia. Se enfrentó a los intereses de grandes corporaciones en contra de la privatización del Río Gualquerque. Esta lucha la hizo merecedora del Premio Medioambiental Goldman. Luego de repetidas amenazas, fue asesinada en su casa en La Esperanza el 2 de marzo de 2016.
CONTRA AGUA ZARCA
En 2013 la comunidad lenca denunció que el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca vulneraba seriamente sus derechos. La concesión otorgaba por 20 años el río Gualcarque al grupo DESA, sin ninguna consulta, como lo exige la ley. El COPINH se hizo eco de estas denuncia e inició una campaña en oposición al proyecto. Introdujeron quejas legales, organizaron sistemáticos bloqueos y convocaron a protestas. El gobierno y los grupos económicos afectados respondieron con una feroz campaña de intimidación. Entre 2013 y 2014 fueron asesinados 3 dirigentes del COPINH y en 2016 fue asesinada Berta Cáceres. Gracias a la incesante campaña, algunos inversores de peso se retiraron del proyecto.
Lesbia Urquía fue una activista de COPINH quien, junto a Berta Cáceres, se opuso a los proyectos de privatización de los ríos impulsados por los gobiernos neoliberales. Lesbia fue vilmente asesinada por dos sicarios. Su cuerpo fue encontrado el 6 de julio de 2016 en Marcala.
CONTRA AURORA I
Lesbia Urquía denunció repetidas veces que la hidroeléctrica Aurora I interrumpía el suministro de agua a las comunidades indígenas de agricultores de la localidad de San José vulnerando su existencia en grado extremo. El proyecto estaba en manos de una empresa propiedad de la presidenta del Partido Nacional y vicepresidenta del Congreso. A pocos meses del asesinato de Berta Cáceres, Lesbia Urquía fue también asesinada.
HIDROELÉCTRICAS EN HONDURAS*
En operación
En construcción
En proyecto
El golpe de estado de 2009 contra Manuel Zelaya representó también un duro golpe contra el medio ambiente y las comunidades indígenas de Honduras. Desde entonces se han entregado casi 50 concesiones a trasnacionales para la explotación de los recursos naturales. El Premio Goldman estima que hasta un 30% de la tierra del país se encuentra en manos privadas para la explotación de proyectos mineros. Para su explotación, estas operaciones exigen energía barata. De ahí la indiscriminada privatización de más de una docena de ríos para la construcción de presas.
Como Berta y como Lesbia, muchas y muchos se han opuesto a la privatización de las tierras ancestrales y a la entrega de los recursos naturales a grupos trasnacionales. La lucha ha sido incansable y feroz, pero también feroz ha sido la persecución. Según informes de Global Witness más de 120 activistas han sido asesinados desde 2010 haciendo de Honduras el país más peligroso para los defensores del medio ambiente.
Por eso, aunque se haya logrado frenar el proyecto de Agua Zarca (que le costara la vida a Berta Cáceres) el pueblo lenca se mantiene en pie de lucha. No tienen alternativa, renunciar al agua y a las tierras ancestrales es, también, renunciar a la vida.
*A partir del mapa elaborado por GeoComunes
Descarga en nuestra sección HERRAMIENTAS las imágenes de Berta y Lesbia en formato cartel, que su incansable lucha no se detenga:
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