La comunidad Utopix se desafió a construir una identidad colectiva para el Ejercito Productivo Obrero (EPO), de manera colaborativa y en el marco de un proceso de formación. El desafío consistió en reunir a un grupo de personas próximas al oficio del diseño gráfico, la comunicación visual y la comunicación popular, con la intención de desarrollar, en el lapso de un mes, un emblema como núcleo del dispositivo de identidad de marca del EPO. Para lograrlo, se realizó un proceso de formación sobre identidades visuales del campo popular. En ese taller se cimentaron las bases para la identidad visual de la organización, al tiempo que las y los participantes se familiarizaban con la elaboración de proyectos de identidad visual para organizaciones del campo popular, en una espacio de formación que hemos llamado LOGOTOPÍA.
El Ejercito Productivo Obrero (EPO), es una experiencia de organización de Trabajadoras y Trabajadores, que están empeñados en reactivar las capacidades productivas de las industrias del Estado o bajo control obrero. En un período de 4 años han intervenido en 14 entidades de producción y junto a las y los trabajadores de estas unidades han puesto en marcha las maquinarias para reactivarlas. El EPO, está conformado por voluntarios que se alistan y participan desde su capacidad en estas intervenciones que ellos llaman “Batallas Productivas”.
La comunidad Utopix les conoció en la Comuna El Maizal del Estado Lara, mientras nos retábamos a hacer un afiche para conmemorar los 10 años de esta comuna, y ellos, el EPO, daba su 13aba batalla en ese mismo territorio. Durante ese encuentro el EPO nos comenta que necesitan explicar qué es lo que ellos hacen y solicitan a la comunidad UTOPIX que les elabore una infografía. Nosotras y nosotros encontramos totalmente pertinente poner al servicio de esta experiencia nuestros saberes, la potencia imaginativa de UTOPIX y probar si la disciplina de la comunicación visual es capaz de escapar al cerco metodológico del mercado de servicios de la identidad de marca privada. Gustosos aceptamos, sin saber muy bien las complejidades que este compromiso acarrearía.
Al comenzar las reuniones para puntualizar, junto al Ejercito Productivo Obrero (EPO) un desafío a la comunidad UTOPIX, que condujese a la elaboración de una serie de materiales infográficos, se empezó a hacer evidente la dificultad principal. Eso ocurre mientras el equipo promotor del “DESAFIO” se convence de la imposibilidad de armar una norma o guía, que permita unificar la producción de piezas de los participantes. El EPO, pese a tener un dispositivo de marca y contar con una enorme filiación al relato de identidad por parte sus “Alistados”, no había desarrollado nunca un ejercicio de traducir visualmente esta narrativa identitaria.
El EPO lo entendió en sus términos, para poner en marcha una máquina y solucionar el problema evidente, suele ser necesario solucionar un problema anterior de base.
Para superar este escollo, se debió convencer a la organización que antes de tener piezas visuales que explicaran la experiencia había que solucionar otro problema. Tomó tiempo, pero se pudo convencer al colectivo de alistados del EPO, que antes de hacer una infografía, era necesario consolidar las narrativas de identidad en una identidad visual que los representara. El EPO lo entendió en sus términos, para poner en marcha una máquina y solucionar el problema evidente, suele ser necesario solucionar un problema anterior de base. De ahí en adelante, los promotores del “Desafío” cambian la dirección del reto, y plantean el problema que nos convocará a realizar LOGOTOPÍA.
En realidad este “Desafío” presenta tres retos a la comunidad Utopix. El primer reto es el de cómo alinear el conocimiento y la técnica de quienes se han sentido convocados a participar en el desarrollo de la Identidad Visual del EPO. Es decir, cómo potenciar la inteligencia colectiva, en un grupo de profesionales que está acostumbrado a trabajar individualmente o de manera compartimentada. Segundo, cómo hacer que el fuerte lazo de los Alistados del Ejercito Productivo Obrero sienten con su organización, que hasta ese momento no ha contado con una elocuencia consensuada, encuentre un camino hacia el relato y luego hacia el discurso visual. Y finalmente, conseguir resolver los dispositivos de identidad visual de manera satisfactoria, de acuerdo a los indicadores funcionales, semióticos y discursivos, y en los tiempos que nos habíamos propuesto.
El primer reto es el de cómo alinear el conocimiento y la técnica de quienes se han sentido convocados a participar en el desarrollo de la Identidad Visual del EPO.
Tratando de dar con la forma de sortearlos de la mejor manera, decidimos cruzar el formato del “Consejo Creativo de Identidad de Marca”, con un espacio de formación tipo taller práctico. Ambas actividades históricas del Comando Creativo, quienes conformaron el equipo promotor de este desafío. Para esto adecuamos metodológicamente el proceso de desarrollo de identidades de marca que hemos usado en otras experiencias profesionales al formato de un taller vivencial.
Junto al EPO ensayamos un ejercicio de escritura colectiva del mito fundacional del Ejercito, la construcción de un discurso de identidad unificado realizado en asamblea, y en el marco de un ejercicio de apropiación de las características estratégicas de las identidades visuales, se delinearon los objetivos del dispositivo de marca. Buscando de este modo integrar a las y los “Alistados” al proceso de Logotopía. Con la esperanza de que al adueñarse del proceso también se apoderen de su producto.
Para el equipo promotor del “desafío” Utopix, y las y los alistados en el EPO, y luego para quienes participaron de LOGOTOPÍA, todo este ejercicio representó una vivencia retadora e innovadora. El tiempo dirá de la pertinencia del esfuerzo colectivo en la superación de los límites del oficio de comunicador visual, y sobre si es o no pertinente su saber para las luchas del campo popular, los pueblos, y los oprimidos en la transformación de la historia.