El 18 de mayo ALBA Movimientos, junto a otras organizaciones, lanzó la campaña Bolívar vs. Monroe en el marco del aniversario de los 200 años de la proclamación de la Doctrina Monroe que se cumplirán el próximo mes de diciembre. En Utopix tuvimos el reto de diseñar la identidad visual para esta campaña.
A continuación, compartimos los resultados, esperando que abonen el desarrollo de una campaña colaborativa, participativa y de código abierto para los movimientos sociales y organizaciones populares que oponen sus luchas al proyecto imperialista.
Para ello, sostuvimos reuniones creativas con ALBA Movimientos y trazamos una serie de pautas que sirvieran como punto de partida al desarrollo gráfico. Decidimos conjuntamente, dado el contraste de modelos, poner el acento en el caracter confrontativo de la campaña. Nos nutrimos, por tanto, de lenguajes plásticos de referentes no tradicionales como boxeo, las artes marciales mixtas o las batallas de freestyle. A través de estos códigos, resignificamos símbolos del imaginario bolivariano (los laureles del uniforme de Simón Bolívar o la estrella de ocho puntas del Ejército Libertador) o de las luchas que adelantan los distintos movimientos sociales de la región (el sol, el amanecer y la estrella roja de cinco puntas)
El dispositivo central de la campaña es el isologo con la frase 200 AÑOS CONTRA EL IMPERIALISMO. Este se mantiene como elemento marcario medular, pero tendrá una jerarquía menor a medida que la campaña se desarrolle, dando prioridad a consignas puntuales que permitan hacer hincapié en hitos específicos.
Atendiendo la diversidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños, la campaña tiene sus versiones en inglés, francés, portugués y kreyòl.
Una serie de composiciones tipográficas sostendrán el hilo discursivo de la campaña. La consigna principal será BOLÍVAR VS MONROE. Este esquema puede, sin embargo, prestarse para la construcción de otras frases, intentando respetar la sintaxis enfrentada. Estas frases están diseñadas para dialogar con el isologo, alternando la jerarquía de ambos elementos en función del objetivo de cada pieza. A medida que la campaña madure, las consignas tendrán mayor peso que el isologo.
La paleta de colores parte del tricolor mirandino que sirvió de estandarte al Ejército Libertador Bolivariano, pero usa tonos adyacentes para componer un esquema cromático de contrastes más vibrante y en sintonía con los estilos de representación gráfica a los que busca asociarse la campaña.
Una serie de elementos gráficos permiten producir piezas que conserven la línea identitaria de la campaña. Fracturas del logo, como laureles o de la condecoración del Ejército Libertador Bolivariano, pueden ser ornamentos efectivos. Adicionalmente formas de graffitti o texturas de spray contribuyen con el tono conceptual de la campaña.
La campaña propone también el uso de determinados modos de fusión para el tratamiento de imágenes, ampliando así el abanico de recursos identitarios y contribuyendo a una campaña en clave colaborativa y de código abierto.
Este fue el diseño de cartel para el lanzamiento de la campaña. Es un buen ejemplo de la orquestación los distintos elementos de la identidad visual: isologo, consigna, paleta de colores y ornamentos gráficos.
Siendo una campaña concebida por y para activistas y organizaciones populares, es imperativo que esta sea cónsona con la comunicación de calle y territorial. Acompañando así las acciones y movilizaciones populares. El diseño admite también formatos de reproducción limitados, como la serigrafía textil.
