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“Yo voy a dar todo lo que tengo para detener a estos arrogantes, degenerados, primitivos, omnívoros, incivilizados… y quienes quieran ayudarme, los abrazo.” – George Jackson, Soledad Brother: The Prison Letters of George Jackson, pg. 203 (1970)
El compañero George Lester Jackson es una leyenda. Durante décadas ha sido una fuente de inspiración para los que luchan por la libertad – especialmente quienes están tras las rejas. Fue un estudiante brillante de historia y teoría política, y sus turbulentos 29 años en la tierra fueron emblemáticos en medio de un sinfín de pequeñas guerras libradas a diario por las clases oprimidas contra el capitalismo y la supremacía blanca global. Jackson se hizo escuchar y se convirtió en la voz de muchas personas que nunca conoceremos.
George Jackson cumplió gran parte de su sentencia en confinamiento solitario. Esta es la realidad hoy día para quienes resisten contra el sistema carcelario amerikano [NdT: los autores utilizan la terminología “Amerika” que se refiere a la naturaleza racista y opresora de EE.UU.]. Desde la época del encarcelamiento de Jackson, las prisiones han desarrollado nuevos métodos para pacificar a los reclusos y minimizar las contradicciones. Las cárceles estatales, desde los años 60 y 70, han aumentado la duración media del confinamiento solitario, mientras ofrecen a la población encarcelada formas pasivas de entretenimiento, como ver televisión, jugar videojuegos y escuchar música. Se alienta a los presidiarios a que pasen su tiempo en cosas que, de alguna forma, repliquen la vida en el mundo exterior, para que olviden que les están robando sus vidas, minuto a minuto.
Más aún, esta dinámica replica la dialéctica capitalista de los amerikanos como consumidores en vez de productores de su propia realidad. Así, a los encarcelados se les disminuye la percepción de su albedrío, y se crean mercados para las corporaciones tecnológicas.
En vista de las condiciones a las que son sometidos los presos, debemos seguir el ejemplo de George y sus compañeros en cuanto a la importancia de una formación política y radical para todos los que luchan contra el sistema carcelario amerikano. Como dice la máxima, cada uno que enseñe al prójimo. Crear grupos de estudio, establecer un diálogo formativo con la población encarcelada, y apoyar proyectos para suministrar materiales de lectura más radicales, son algunas formas de seguir el legado revolucionario del compañero George. Sin embargo, debemos recordar que no comemos libros, y las personas encarceladas requieren ayuda para mantenerse sanas, bien alimentadas (hasta cierto punto) y con otras necesidades resueltas. Así que recomendamos que quienes puedan contribuir en proyectos de cooperación mutua también lo hagan desde el punto de vista material.
El líder revolucionario tuvo respaldo de familia y camaradas tanto dentro como fuera de la cárcel, siendo un miembro activo de las Panteras Negras. Su experiencia ilustra la importancia del apoyo de toda la comunidad para profundizar la lucha contra los injustos sistemas carcelarios. Al mismo tiempo, demuestra la necesidad de la organización política, no solo para tomar acciones a favor de los presos, sino para incluirlos como participantes.
George fue un ejemplo de la teoría revolucionaria llevada a la praxis. Las insurrecciones desencadenadas tras su asesinato cambiaron el panorama de las cárceles amerikanas y sus consecuencias se sienten hasta el día de hoy. En sus escritos y acciones, Jackson demuestra su influyente rol en la cárcel, y muchos otros reclusos pudieron entender el poder que tenían al reflexionar sobre el ejemplo de George. En los tiempos que corren, uno puede notar el temblor en la voz de un guardia de prisión cuando se da cuenta de que tiene que moderar su tono.
Los libros de George Jackson, Soledad Brother y Blood In My Eye, han iluminado para muchos el camino de rebelde a revolucionario. Hoy, cuando conmemoramos el 50 aniversario de su partida prematura, podemos evidenciar que como maestro, dejó dibujado el mapa para auto-educarnos y sumar nuestras voces al movimiento. Como líder demostró que podemos canalizar la rabia y los impulsos hacia la teoría y práctica revolucionarias. Lo hizo sin negar lo que sabemos por experiencia es algo necesario e ineludible: el derrocamiento completo del sistema.
Él demostró el equilibrio inherente de nuestra lucha; que nuestro odio hacia el opresor es proporcional a nuestro amor por la Humanidad. Escribió: “Para el esclavo, la revolución es imperativa, un acto desesperado y consciente, inspirado por el amor. Es agresivo, no es calmo ni cuidadoso. Es osado, audaz, violento, una expresión de un odio frío y desdeñoso. No podría ser de otra forma…” (Blood In My Eye, 9)
El compañero George Jackson fue un gigante. Que todos logremos encontrar el equilibrio y la valentía para apoyarnos en sus hombros.
Redacción: R. Ya’iyr Carter* y Jon Basalogos**. Diseño gráfico: Kael Abello.
Utopix desarrolla una colaboración con el Imprisoned Abolitionist Collective (IAC) para producir contenidos sobre luchas pasadas y presentes para distribuir en cárceles norteamericanas. El IAC es un grupo de personas encarceladas comprometidas a luchar contra el opresor complejo industrial-penitenciario en EEUU.
*R. Ya’iyr Carter es un activista detenido en Pennsylvania, EE.UU. Escribe para inspirar y generar conciencia.
**Jon es un camarada en el exterior apoyando el estudio en las cárceles y los movimientos abolicionistas. Vive en tierras ocupadas del pueblo Lenape con su compañera y su perro!