La explosión popular de octubre en Chile arrastró consigo un acumulado de expresiones, de representaciones de una cultura subyugada e invisibilizada por el neoliberalismo y los grandes medios.
Desde la música hasta las pintas, la juventud chilena se ha abierto paso para expresar su descontento y construir su agenda de lucha, una lucha a la que se terminó sumando al pueblo de manera masiva.
La lucha de los trabajadores y las trabajadoras de Chile ha sido inspiración para latinoamérica, y las representaciones también han logrado traspasar la frontera y el tiempo, atravesando dictaduras enlazadas en el Plan Cóndor y una estrategia de shock contra el autoestima de los pueblos.
Pero en esta nueva realidad reaparecen y se juntan lo viejo con lo nuevo, las canciones de Víctor Jara con una explosión creativa que allana a las paredes, proscribe al olvido y rompe el cerco mediático, dando fuerza a los peores enemigos del neoliberalismo, la memoria, la indignación y la esperanza.
Texto: Gabriel Gil. Fotografías: Natalia Medrano
