Saltar al contenido

Aleksandr Ródchenko cuenta cómo era el trabajo junto a Mayakovski

Aleksandr Ródchenko (1891-1956) fue uno de los padres indiscutibles del constructivismo y uno de los profesores que fundaron, en 1920, los Talleres de Enseñanza Superior del Arte y de la Técnica, Vkhutemas. Pocos años después del triunfo de la Revolución Rusa entró en vigencia la Nueva Política Económica o NEP (1921-1928). Durante esos años, Ródchenko, junto al poeta Vladimir Mayakovski, creó una agencia de constructores de anuncios. En esa agencia ocurrieron muchos de los experimentos que sentaron las bases de la fotografía, el diseño gráfico, el diseño editorial y la publicidad moderna. El texto que reproducimos a continuación es un escrito del mismo Ródchenko en donde narra cómo fueron esos años de trabajo junto a Volodya, el diminutivo de cariño de Mayakovski.

ABRE COMILLAS


La lucha continúa de diferentes formas y, en el arte, siempre seguirá.

Nuestro trabajo para la publicidad soviética —la creación de nuestros nuevos anuncios—iba a toda máquina.

Durante la noche Volodya escribía sobre el piano. Durante el día, recibía nuevos encargos o entregaba los trabajos.

Dos estudiantes del Vkhutemas y yo dibujábamos hasta el amanecer.

Era emocionante —no tanto por el dinero, sino por el hecho de que nuestros anuncios estaban en todas partes.

Toda Moscú estaba decorada con nuestros artes…

Los anuncios para Mosselprom…

Todos los kioskos tenían imágenes nuestras…

Los anuncios para Gosizdat-

“Negro, rojo y dorado…”

Rexinotrest,

Gum.

Ogonyokm

el Directorio del Té.

Hicimos por lo menos cincuenta carteles y más de un centenar de señales, empaques, envoltorios, alumbrados, pilares para anuncios, ilustraciones para revistas y periódicos.

 Cartel para las galletas Krasnyi Oktiabr

Cartel para las galletas Krasnyi Oktiabr

Cartel para Rexinotrest, distribuidor de chupones, con copy de Mayakovsky

Cartel para Rexinotrest, distribuidor de chupones, con copy de Mayakovsky.

Edificio de Mosselprom con murales diseñados por Ródchenko

El edificio de Mosselprom con murales diseñados por Ródchenko.

 Cartel para Mosselprom, La cooperativa de administración rural de Moscú

Cartel para Mosselprom, La cooperativa de administración rural de Moscú.

Cartel para el pan distribuido por Mosselprom

Cartel para el pan distribuido por Mosselprom.

Cartel para los Relojes Muser  en los Amacenes GUM

Cartel para los Relojes Muser en los Amacenes GUM.

Fotografía de Lili Brik y el famoso cartel Libros diseñado por Ródchenko para la Editorial Estatal Gosizdat.

Un libro entero podría escribirse sobre nuestro trabajo de esos años. Incluso he pensado en redactarlo yo mismo, si esto de escribir me resulta bien.

Llegada la noche, Volodya dibujaba también, personalmente, algunos anuncios y carteles.

Aquí, por ejemplo, una nota como las que solía dejarme:

Ródchenko.

Ven inmediatamente. Trae un instrumento para dibujar.

V.Mayakovski

(Ignora la nota en la puerta de los Brik)

Al llegar, resultaba que necesitaba escribir un texto o dibujar alguna cosa. A él no le gustaba bocetear usando medidas precisas. Prefería hacerlo todo a pulso. Dibujaba a lápiz, sin dejar manchas, luego entintaba los contornos y solo entonces procedía a pintar.

Se le daba fácil y se notaba que le gustaba trabajar.

Encontraba sosiego en ello y se volvía amable y afectuoso.

Algunos dibujos e ilustraciones de Mayakovski

Algunos dibujos e ilustraciones de Mayakovski.

Para realizar fotomontajes, comencé a tomar mis propias fotografías —a veces algo necesitaba nuevas tomas, ampliarse, reducirse… Había comprado dos cámaras —una de 13 x 18 con una triple extensión, con un lente Dagor —para reproducciones— y una Kodak de bolsillo. No tenía una ampliadora, y me la pasaba mirando las tiendas buscando alguna.

Collages y maquetas de Ródchenko

Collages y maquetas de Ródchenko

En la tienda Bek de la calle Tverskaia, encontré una apliadora apropiada, pero cuando me disponía a pagar resultó que solo tenía 180 rublos de los 210 que costaba. Frenéticamente le dejé al vendedor los 180 que tenía, prometiendo volver en seguida con el dinero que faltaba. Salí corriendo de la tienda y mientras caminaba me preguntaba —¿A quién puedo pedirle prestado? ¿A los Brik? ¿A Volodya?

Ninguno de ellos estaría en casa hasta la noche. Así que seguí caminando por Kuznetsky, sumergido en mis pensamientos…

De pronto, alguien, justo frente a mi, dice “¿Qué te pasa viejo? Luces terrible”

Era Volodya…

No le expliqué nada, tan solo le dije apresurado: “¡Necesito 30 rublos!”

Volodya me los tendió y corriendo me aleje de él.

Llegué a la tienda, pagué y arrastré la ampliadora hasta la casa, como pude, sentándome a descansar cada tanto en las ventanas de las tiendas.

Luego me lamenté: “¡Qué idiota! ¡He debido pedirle dinero a Volodya para el taxi!”

Arrastré la ampliadora hasta el octavo piso donde me encontré con una ansiosa Várvara…

Volodya la había llamado para preguntarle qué me pasaba puesto que se había cruzado conmigo, y yo, muy abatido, le había pedido 30 rublos para desaparecer corriendo luego de tomarlos a la carrera…

Ródchenko junto a Várvara Stepanova

Ródchenko junto a Várvara Stepanova, su esposa, también fundadora del movimiento constructivista.

Este es tan solo un pequeño ejemplo… Volodya era muy sensible y atento con sus camaradas.

No como otros, también poetas, también camaradas, que desaparecieron de mi horizonte luego de la muerte de Mayakovski, quienes tomaron un camino diferente al mío y también otras amistades.

No había nada de eso con Volodya, no podía ser de otro modo. Él era capaz de verlo todo. Estaba interesado por todos. Nunca se encerró en su propia cáscara.

Solía estar rodeado de mucha gente, cada vez más y más gente.

En el trabajo era igual. Donde fuera que estuviese trabajando, en instituciones, en las casas editoriales, en las oficinas de publicaciones, siempre llevaba a sus camaradas. Pensaba que todos los miembros de LEF debían trabajar también donde fuera que él trabajase. Y nunca traicionaba nuestros gustos. Podíamos discutir y maldecir, pero aun así trabajábamos juntos. Él sabía que sus portadas no podían hacerlas ni Vasily Chekhonin ni Sergei Mitrokhin.

Diseños de Ródchenko para los libros de Mayakovski.

Diseños de Ródchenko para los libros de Mayakovski. A la izquierda la portada del poemario Pro-Eto, considerado el primer libro de poemas en hacer uso del recurso de fotomontaje. En el centro, la portada para el libro Mayakovsky sonríe, Mayakovsky ríe, Mayakovsky burla. A la derecha la portada y contraportada del libro de poemas que Mayakovski escribió en homenaje a Esenin.

Decía cosas como “¿Por qué no invitas a ese artista tan maravilloso —Lavinsky, Stepanova, Popova, Vesnin— Aseev debería escribir algo al respecto, haría un trabajo fabuloso”

Por lo general, de los dos, era Volodya quien iba a reunirse en busca de trabajos. Yo solo lo acompañé un par de veces. Esto, primeramente, porque él sabía muy bien como conseguir los encargos y era muy bueno presentándolos al momento de entregarlos. Segundo, porque yo no tenía nada de tiempo, el trabajo que me tocaba era muy demandante.

Recuerdo cuando presentó el cartel que hicimos para el Directorio del Té. Entre los distintos carteles uno se ‘atascó’, es decir, alguien tenía serias dudas al respecto. “¿Por qué ese chino no tiene una trenza?” preguntó. El chino del cartel había sido retratado caminando de frente, con las manos levantadas. En el aire, sobre sus manos, unos pequeños empaques de Té describían una trayectoria en arco como si estuviera haciendo malabares.

Aviso de prensa para los almacenes GUM, realizado por Mayakovski y Ródchenko, con una concepto similar al cartel para el Directorio del Té al que hace referencia el texto

Aviso de prensa para los almacenes GUM, realizado por Mayakovski y Ródchenko, con una concepto similar al cartel para el Directorio del Té al que hace referencia el texto.

Volodya respondió “Tiene una trenza, pero está del otro lado, si mirásemos desde atrás al personaje podrías verla”. Entonces otro preguntó “¿Por qué los empaques de Té están puestos de esa forma, flotando en el aire, eso no es nada realista”. Volodya dijo: “Bueno, todos sabemos que los chinos son magos” Todos rieron y el cartel fue aprobado.



ABRE COMILLAS es una columna que recoge citas, transcripciones y fragmentos textuales en donde importantes actores reflexionan en torno a una producción cultural alternativa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.